Iaido

Jueves y fiesta, ¡que extraña sensación! Pues bien, para aprovechar algo que sólo ocurre una o dos veces al año, me fui al dojo a practicar algo de armas, que me gusta pero los horarios no me dejan.

La clase dura hora y media y la primera hora la dedicamos trabajo con el jo y el trabajo de las 2 primeras "patrol kata". Ya las había trabajado anteriormente y aunque me costó un poco recordarlas y los reflejos no eran los mejores, trabajé más o menos bien.

Los últimos veinte minutos, los dedicamos al Iaido. Es curioso, porque en el Iaido, la etiqueta cobra todavía más importancia que en el aikido, respirándose más ambiente de marcialidad y espiritualidad. No había participado antes más que un par de clases de Iaido, y la verdad es que me recordó mucho a mis primeras clases de aikido, mirando para todos lados a ver que hacía la gente para imitarlos. Me sentí un poco perdido, pero bueno, más o menos conseguí sacar el arma y hacer algo de la kata. Mi relación con el Iaido es más platónica que otra cosa, salvo que cambien mis horarios de trabajo, así que seguiré intentado echar una cana al aire de vez en cuando.