Otro aikido. Otros conceptos. Otra visión. Eso sí, el mismo fondo.
Andrés nos brindó una clase larga y variada, centrándose en las bases, como es necesario en gente de nuestro nivel.
Como uke fue una gran experiencia. Mucho nivel de tori, hace que veas las cosas de otra manera. Muy físico, muy duro, aunque por fuera no lo parecía. Mucha intesidad.
Lo de menos fue las técnicas que vimos. Lo importante fue como las vimos. Me gustó. Contundente pero elegante.
En los vestuarios, me confesó que había estado suave, que si hubiésemos querido, nos habría dado más caña. Pues más vale...
Toca otra vez Juan. A si me centro y puedo ir más, que a este paso no me examino.
Nos vemos el lunes en los tatamis, que esta semana me es imposible entrenar.
Ya lo tengo
Hace 10 años